Muy despreocupado le marque a Dios.
- Que pedo wey, como andas? - lo saludé.
- Ah Caray! hasta que te acuerdas de uno! - me dijo.
- No wey pos si sí me acuerdo pero pues como me ha ido muy bien y estoy muy contento, tengo mucha chamba y mi matrimonio esta de lujo, no pensé que te fuera a interesar y no quería que me tacharas de presumido - le dije.
- Al contrario menso, si ese es mi trabajo, escucharte y apoyarte en todo momento, a poco creías que nomas para resolverte broncas? – Preguntó Dios.
- Ahh!!?? a poco ser confidente también es chamba de Dios? - le pregunté asombrado.
- Pues claro! Mi chamba como Dios es mucho más que escuchar quejas y lamentos! - Me dijo - También implica acompañar en los buenos momentos, apoyar e impulsar a las personas que se me acercan, así como compartir sus logros y éxitos!
- Órale! suena chido! y ya no hay vacantes? - le pregunté.
- Vacantes de qué? no digas tontadas! a poco quisieras ser Dios? - me contestó riendo.
- Pos por aquello de la compartición de logros y éxitos, yo creo que te ha de tocar buena mochada no? Con razón tanta casota que tienes. Aparte eso de que te llamen Dios, se ha de sentir chido pal ego - le dije.
- Ahh si serás! - dijo y me colgó...