Los tres primeros

Dado que los Diálogos con Dios vienen de un blog privado y como no pienso repetir los que allá se encuentran solo postearé, como breve antecedente, los tres primeros:

Diálogos con Dios - La llamada

Frustrado le llamé a Dios y le pregunté que haría él en mi lugar, después de un rato de pensarlo me dijo: la neta no se, pero puedo decirte que han hecho millones más que han estado en la misma situación que tú...

¿Cómo? ¿No soy el único? - Pensé para mis adentros...

No lo eres - Dijo Dios y me colgó para atender otras llamadas...

Diálogos con Dios - El correo electrónico

Despúes de todo el día de sentirme confundido decidí mandarle un correo electrónico a Dios para contarle como me sentía, tardé tres horas en redactar el correo pero cuando terminé me sentía tan bien de haberme desahogado que no podía esperar la respuesta de Dios.

Al día siguiente, lo primero que hice fue revisar mi bandeja de entrada, como esperaba, Dios me había contestado... era una respuesta breve con las siguientes líneas:

No mames! ya estoy harto de que me manden siempre las mismas cadenitas!!!

Diálogos con Dios - El plantón

Tras varios intentos fallidos de concertar una cita con Dios, por fín pudimos ponernos de acuerdo y quedamos de vernos en un café que queda cerca de mi casa a las cinco de la tarde.

Tenía tantas cosas que preguntarle que no quería que nada se me pasara, estando él tan ocupado quién sabe cuándo podría volver a atenderme, así que no podía desaprovechar ésta oportunidad...

Llegué 15 minutos antes para prepararme y no hacerlo esperar, como tenía tiempo me puse a repasar todas las cosas que quería preguntarle, por órden de importancia claro, por si se nos terminaba el tiempo; como temía ponerme muy nervioso, aunque tengo rato de tratarlo era primera vez que lo vería, me llevé una libretita para hacer anotaciones importantes.


Ordené un café y me puse a repasar todo de nuevo, conforme repasaba las preguntas me llegaban otras a la mente... entonces las anotaba y me ponía a revisar las prioridades... el tiempo me parecía muy poco para tanto que necesitaba comprender...

Cuando reaccioné eran las 5:42, me dí cuenta de que Dios me habia plantado porque era como la quinta vez que la mesera me preguntaba si me hacía falta algo más, después de haberla rechazado cuatro veces, decidí pedirle la cuenta de mi café y retirarme algo molesto a casa.

No podía creer que Dios me hubiera hecho esto, así que le llamé inmediatamente a su celular para preguntarle la razón.

- Wey! Te mamaste! te estuve esperando casi una hora y nunca llegaste!!! - le dije.

- Pendejo! Ahi estaba! pero estabas tan ocupado con tus cosas que ni me pelaste! me fui a esperarte a otra mesa un rato, pero después de mandar a la mesera 3 veces a preguntarte si te hacia falta algo y de tu respuesta negativa ya no pude esperar más y me fui, tu sabes que no me gusta rogarle a la gente, para la otra trata de llegar sin preocupaciones - Dijo Dios y me colgó para atender otras quejas...