El infierno

Estaba yo en el baño, haciendo de mis quehaceres cuando me dí cuenta que se había terminado el papel, "mierda" pensé (o tal vez no solo lo pensé), para mi suerte el periódico de hace unos días estaba sobre el tanque del escusado. así que lo tomé y estaba a punto de arrancarle una página cuando el rostro del sumo pontífice Benedicto XVI me saltó a la vista.

Benedicto XVI: "El infierno existe y es eterno"
El Papa advierte durante una misa que mucha gente se arriesga a una "condena eterna"

Apuntaba el artículo.

Titubeé (titubie se escribe más fácil, insisto) un rato y mejor decidí tomar otra página, no fuera a ser cierto y de verdad me fuera yo a condenar por cometer semejante sacrilegio de limpiar mis gracias con la cara del Papa. Estuve un tanto pensativo e incluso temeroso.

Recordé que hace algunos años, Juan Pablo II, había llamado mi atención al informar todo lo contrario. Y pues habiendo escuchado en aquél entonces que el infierno ni existía, yo me había dedicado a darle rienda suelta al pequeño diablillo que siempre me habia malaconsejado...

Recordé varias ocasiones en que, cuando la consciencia me atormentaba, yo la apaciguaba diciéndole "no hay pedo, que al cabo que ni hay infierno".

No quise quedarme con la espinita y en cuanto salí del baño le marqué a Dios.

- Wey, ya dime la neta, existe el infierno? - le dije con voz apurada.

- A huevo, y el coco también, jajaja. Cálmate! que traes? - me contestó riendo.

- No, ya en serio. Dime la neta!

- Mira, si te digo la verdad te vas a maltripear bien gacho y el resto de tu vida estará basado en actuar conforme a lo que yo te haya revelado, asi que mejor usa tu cabeza, despreocupate de si hay o no hay infierno y actúa conforme a criterio - me dijo ya en tono serio.

- Chale no entendí, pero.. y el diablo existe? - insistí.

- Pues cálale marcando mi número pero invertido a ver que pasa - me dijo y me colgó.

Y la neta me dió frio marcar.